SOÑAR NO BASTA Y CREER NO ES SUFICIENTE

Soñar no basta, creer no es suficiente ¿Alguna vez te has preguntado cuándo será el día que por fin lograrás tus sueños? Te levantas cada mañana con la idea de que será un gran día, y lo es. Al siguiente repites el proceso y va bien; así por varias semanas y de alguna manera sabes que todo está saliendo excelente. Pero cuando piensas en tus metas personales, te das cuenta que no te has acercado ni un poco; como si giraras en círculos y aunque todo pinte bien, en realidad no vas hacia ningún lado. ¿Te parece familiar? La ilusión del futuro perfecto Para mí es difícil aceptar cómo millones de personas en el mundo viven así, con la ilusión de que algún día las cosas serán diferentes. Y no me refiero a que la ilusión esté mal, sino que pueden pasar años en medio de una fantasía que terminará en la nada. La verdad, veo a muchas personas con sus tableros de sueños, o listas enormes de planes. Pero me preocupa ver cómo las cosas se quedan allí; en el papel. Por ejemplo, si hicieras una pausa y te preguntaras: ¿Hace cuánto vives en la misma casa queriendo estar en otro lugar? ¿Cuántos viajes has completado en la lista de lugares por visitar? ¿Por qué aún intentas vivir con un sueldo mínimo? No quiero ser cruel, pero hoy quiero que encaremos la realidad. Puede que estemos sumergidos en la ilusión de estar trabajando por algo cuando no es así. O peor, puede que esperemos que llegue el momento ideal para comenzar. El detalle es que este es el momento ideal; justo aquí y ahora. Pues si estás esperando a que algo cambie y que con eso lograrás todo lo que planeaste, ten por seguro que tardarás un poco más. La cruda verdad es que los sueños no se cumplen, sino que se trabajan. Por lo tanto, no se trata solo de visualizar un futuro perfecto; soñar no basta y creer no es suficiente. La buena noticia, es que sin importar dónde estés, siempre puedes dar el paso en la dirección correcta, solo falta determinar cuál es. El caso de Robert y Walter Cuando pienso en estas cosas recuerdo a Robert y Walter. Dos chicos que tienen cerca de 5 años con la idea de entrar al mejor club de fútbol de la ciudad. Ambos tienen las mismas condiciones económicas y Robert es apenas 1 año mayor que Walter; viven en el mismo vecindario y estudian en el mismo lugar. De alguna manera se puede decir que tienen las mismas posibilidades y están en las mismas circunstancias. Sin embargo, la forma de actuar es completamente diferente entre ambos y eso cambia por completo el curso de sus vidas. Por una parte sé que Walter - Despierta diariamente a las 4:30am - Entrena mínimo 2 horas al día - Estudia cada partido transmitido - Practica todas las tardes - Cuida su alimentación y descanso - Y está en contacto frecuente con el club donde pretende entrar Mientras que Robert - Despierta pasadas las 6am en días de clases y pasadas las 10am en los días libres - Entrena una o dos veces por semana - En cada partido transmitido se ve a sí mismo como espectador - Practica todas las tardes - No sigue un plan de alimentación y descanso - Está esperando el día perfecto para visitar el club Ahora bien, ¿Cuál de ellos crees que está más cerca de lograr su objetivo? Y si se tratara de ti, ¿Cuál de ellos serías? El problema no está en ser un soñador; el problema es asumir que con solo soñar, todo estará resuelto. Walter y Robert son chicos geniales, pero solo uno está trabajando por lograr sus planes personales, mientras que el otro pretende que las cosas cambien a su favor. En este punto, creo que vale la pena determinar si realmente estamos dispuestos a alcanzar todo aquello que soñamos. De ser así, hay que comenzar a trabajar. ¿Cómo debo trabajar para lograr mis sueños? Conscientemente nos preguntamos cómo alcanzar mis sueños, pero inconscientemente establecemos rutinas que nos distancian de ellos. Y es allí donde debemos poner gran parte de nuestra atención. Quizás, la confusión sobre cómo trabajar en los sueños viene de una mala interpretación de lo que se refiere al pensamiento positivo. Ciertamente, todo está en la mente y debes creer ciegamente en un ideal para que pueda manifestarse en tu vida; pero no funciona tal y como se explica en documentales como “El secreto”, o en muchos libros de superación personal. Insisto, no significa que la información esté mal, sino que está incompleta. Pues si se trata de inspirarte a avanzar, la mayoría pretende solo mostrar un resultado grandioso y hablar de lo fácil que fue. Pero un verdadero estudio te permitirá ver que detrás de una gran historia hay un proceso amargo del que se habla muy poco. Por favor, no pierdas tu tiempo soñando con conseguir el éxito sin esfuerzo. No pretendo tener la verdad absoluta, pero sé que siguiendo estrictamente un plan definido aumentas tus probabilidades de éxito. Así que si quieres concretar mejores resultados en tu vida toma, mejor nota de lo siguiente. El proceso para cumplir tus sueños Una vez tengas tu idea definida y tengas tu mapa de sueños, lo que sigue es actuar. Se dice que atraemos aquello en lo que pensamos, pero hay que agregar que lo atraeremos sólo si estamos preparados. Por lo tanto debes establecer un cronograma que ocupe un espacio diario en tu agenda y te permita dedicar tus esfuerzos al logro de tus planes. Es decir, asignar una brecha de tiempo diaria donde avanzarás. No importa qué tanto avances por día, lo que importa es que lo hagas. Por ejemplo, si todos los días avanzas un 5%, en solo diez días habrás concretado más del 60% de tus planes. Pero no quiero que te concentres en la cifra, sino en lo que representa. Ser dedicado al cumplimiento de tus metas te permitirá trabajar todos los días un poco más; y de esa manera cuando menos lo creas habrás logrado más de lo que te propusiste. Ten en cuenta que durante el proceso, habrá días grises y días totalmente oscuros, aun así, sigue trabajando. Recuerda que soñar no basta y creer no es suficiente, hace falta tomar acción y darle un giro a las circunstancias.